He vuelto. En esta última entrada
quiero manifestar mi experiencia con el blog. Es la primera vez que me atrevo a
escribir para que otros me lean y estar expuesto de la forma en que lo estuve. Nunca
lo había hecho y, a pesar de que tenga las capacidades, siento que me falta más
seguridad al momento de recibir los comentarios de un lector. Reconozco que siempre
será válida la apreciación que otro pueda tener sobre tu escrito; las sugerencias
y las correcciones pertinentes ayudarán al desarrollo adecuado de tu escrito;
es claro que uno como escritor no verá errores, pero para los ojos de otro
lector siempre habrá una opinión que debe ser tenida en cuenta para crecer en
este bonito, riguroso y confortante ejercicio de la escritura.
Además de la exposición personal
y la intención formativa del ejercicio, considero que conocí más a fondo a mis
compañeros. Muchos de ellos optaron por mostrar rasgos de su personalidad
cuando se nos dio la oportunidad de elegir tema libre; veía el reflejo de muchos
de ellos a medida que leía sus escritos, los cuales eran la fiel muestra de lo
que son en persona. Algunos no escribieron lo suficiente, unos pocos
abandonaron su ejercicio de escritura, otros se sentían obligados y esto se evidenciaba
en los textos producidos dada su falta de adecuación y coherencia. Hay otros
factores que deben ser analizados, y más como futuros docentes, tales como ortografía,
puntuación y redacción en general. Esto, sin que parezca un juicio de valor, manifiesta
una poca formación en lectura y escritura. Estos aspectos deben ser considerados
para próximos trabajos y, más aún, en el ejercicio docente.
Más ejercicios de este
tipo nos ayudan a abrirnos a otros, a desahogarnos, a exponer nuestros puntos
de vista acerca de temas diversos, a conocer a los demás. No se trata únicamente
de producir los textos por una nota cuantitativa, o por generar polémica en
redes sociales, sino por la realización consciente de un ejercicio crítico y
reflexivo, donde el análisis del sentido global, la coherencia y la cohesión,
la efectividad y la adecuación, sean los elementos fundamentales que lleven a
un resultado excelso y que, al menos, sea digno de una publicación en una
columna periodística, en una revista o en una carta de presentación a una
universidad prestigiosa. Lo que escribimos y la forma en como lo hacemos, dice
mucho de cada uno de nosotros.
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