En el sistema educativo
colombiano, los docentes que opten por trabajar en la educación básica tienen
dos opciones: el sector privado o el sector oficial. No es un misterio que
muchos de los futuros maestros, en su proceso de formación, se hacen a la idea
de graduarse e inmediatamente después ejercer en alguna institución privada. Garantías,
trabajo estable o mejor sueldo, son algunas de las características que
consideran para la toma de su decisión, sin embargo, la realidad es otra.
Debo decir, por conversación
con algunos colegas, que muchos colegios privados han adoptado la indecente
costumbre de explotar, en el ámbito laboral, a sus docentes. Contratos a término fijo de
10 o 11 meses, horas extra no remuneradas, y salarios muy por debajo de los asignados
en el sector oficial, son algunas de las condiciones laborales a las que se
enfrentan muchos de los maestros de estos colegios. Tales son las
circunstancias, que muchos optan por dar clases particulares o, incluso,
trabajar en almacenes por temporadas. De esta suerte es que se presentan migraciones
masivas al sector público cuando hay convocatorias, donde las garantías, a
pesar de los paros y eventualidades académicas que suceden cada vez con mayor
frecuencia, son más numerosas y estables.
Contratos a término
indefinido, salarios fijos establecidos de acuerdo con los decretos vigentes,
horarios de trabajo de seis horas y posibilidades, aunque muy pocas, de ascenso
en el escalafón, son las ventajas que llaman la atención de este sector. Sin embargo,
la calidad en la educación que se ofrece aquí, se ve deteriorada, además de ver
estudiantes sin motivación por el aprendizaje. De ahí que algunos particulares critiquen
a los docentes oficiales diciendo que: “se la ganan fácil” o “no sirven de
ejemplo para los muchachos”. Todo esto se traduce a que el sistema público paga
mejor, en algunos casos específicos, pero esa ventaja no significa siempre una
mejor educación.
Pero volvamos a nuestro
asunto. Se diría, pues, que el sector público de la educación es más ventajoso
en cuanto condiciones laborales se refiere pero, si no es con palanca política,
difícilmente se puede acceder a un empleo oficial. Es por esta razón que muchos
docentes con experiencia y que han trabajado en ambos gremios, recomiendan primero
adquirir experiencia en el sector privado hasta que se presente alguna oportunidad
que mejore las condiciones de trabajo como maestro.
En lo personal, y a modo
de conclusión, pienso que hay instituciones privadas que ofrecen excelentes condiciones
para los nuevos maestros. Todo depende de las capacidades pedagógicas y humanas
que estos posean, que sean aptas para desempeñar un excelso trabajo formativo dentro
y fuera del aula. Además, el dominio de una segunda lengua por parte de un
profesor juega un papel fundamental y marcará la diferencia, sobre otros
candidatos, para su selección como maestro de planta de una institución privada
prestigiosa.
25/02/2018